Los motivos que nos llevan a tomar esta determinación son los siguientes:
1. Rechazamos la privatización de la Universidad pública, pues consideramos que sería un retroceso en la calidad de la educación.
2. Nos oponemos al Sistema de Transferencia de Créditos Europeos, ya que propone medir no ya los resultados académicos sino el tiempo dedicado al estudio. Curiosamente, se estima que la "jornada media" del estudiante es de 40 horas semanales, excluyendo así a todo aquel que necesita simultanear la carrera con el trabajo.
3. No aceptamos el sistema de beca – préstamo con la devolución del importe del 0,3%, debido a que impide a la mayoría de los estudiantes poder acceder a una educación superior.
4.Con esta reforma se eliminarían los actuales planes de estudios (licenciaturas y diplomaturas), dando paso a la aparición de grados de cuatro años y posgrados, que habrá que pagar aparte, lo cuál implicaría que por la misma educación deberíamos pagar más, variando los precios establecidos por el Gobierno desde los 1400 € en adelante.
5. Será obligatorio para la obtención del título de Grado realizar 1 año de prácticas en empresas o instituciones. Dichas prácticas no serán remuneradas.
6. Al reducir el contenido de las carreras nos convertirán en mano de obra descualificada, que no sabrá de nada y servirá para todo; trabajadores precarios preparados siempre para adaptarse a las demandas cambiantes del mercado.
7. Además, da igual lo que se aprenda porque los conocimientos caducan, hay que reciclarse constantemente y formarse en lo que la empresa de turno disponga en cada momento (por supuesto a cargo del bolsillo propio o del empresario que decide qué y cómo aprendes).
8. Endurecimiento de la prueba de selectividad con la inclusión de una prueba oral de idiomas que dificulta el acceso a los alumnos que no puedan costearse una educación más especifica.
9. Darán prioridad a las carreras de ciencias dejando en un segundo plano las de letras, ya que en una universidad orientada al mercado las primeras son más rentables.