España Liberal , 14/09/08, 04:51 h
La alternativa a nuestro sistema operativo propietario (Windows, Mac) se llama GNU/Linux. Esta denominación define a un conjunto de proyectos con filosofías paralelas que persiguen ofrecer experiencias informáticas gratuítas a los usuarios que se atrevan a montarlos en sus equipos.
Una de las características de este tipo de sistemas operativos y aplicaciones es su adaptación a las características particulares de las máquinas a las cuales van a prestar su servicio y, también, a las de los usuarios y sus diversas exigencias de uso.
Pongamos por ejemplo una máquina del año 2000. Estos equipos suelen tener unas características muy precisas: procesadores Pentium III o AMD equivalentes, unas memorias RAM escasas en criterios actuales que rondan los 128, 256 o 512 MB, son equipos de sobremesa, con unas tarjetas gráficas de 32 o 64 MB, unas grabadoras de CD-ROM, disqueteras 3.5” y discos duros entre 20 y 40 GB de capacidad. A todas luces son equipos obsoletos según los baremos actuales exigidos a un PC.
Este tipo de equipos los tenemos apartados de nuestra vista porque las últimas actualizaciones de Windows los han dejado inservibles, además de ser estéticamente unos mamotretos comparados con los nuevos portátiles de 12”, 15” o 17” que nos hemos comprado en las grandes superficies generales o especializadas en informática por 600 € o incluso más.
Pensemos un momento en esta posibilidad: ¿y si utilizásemos ese viejo cacharro para conectarnos a internet con las herramientas de video, sonido, ofimática y de conectividad actuales, y todas ellas integradas desde el primer momento en el sistema operativo? La primera respuesta es que nos hemos vuelto locos: ¿con ese equipo? ¡Pero si tiene Windows 98, 2000, Me, o XP sin actualizar y, para más inri, es pirata!
La publicidad de informática se ha hecho un hueco en nuestras vidas: desde el periódico de los Domingos hasta el portal de nuestra casa los folletos nos inducen a cambiar nuestros equipos porque el sistema operativo de rabiosa actualidad requiere más recursos, potencia y, por supuesto, un ordenador nuevo como salida más fácil a nuestras exigencias multimedia.
Realmente esto no es así.
Con la plataforma GNU/Linux nuestros equipos pueden revivir del sueño de los justos y ofrecernos las mismas características que el Vista, por ejemplo. De hecho, en los nuevos portátiles ultraligeros se suelen montar una distribución GNU/Linux llamada Ubuntu, porque sus requerimientos de sistema son mucho menores y más eficientes que los de Windows.
Esto es el primero de una serie de artículos que pretenden desvelar algunos lugares comunes en torno a la dificultad manifiesta de Linux, su operatividad, su compatibilidad y su robustez. Para las siguientes entregas iremos detallando más e introduciéndonos en temas de “especialistas” que, os lo aseguro, no lo son tanto.
D.C
El periodico de españa liberal